Y cuando vuelven las noches de incertidumbre, ahora sólo siento que puedo escapar. Y ya no hay desesperación ni lágrimas. Como si hubiese dejado de sentir. Y me vuelvo loca en esa falta de todo.
Querría morirme a cada segundo.
Un año más. Un año raro. Un año de amores no correspondidos, de miedo, de ser sólo yo. Un año de no estar nunca sola. Una locura.
No me acuerdo bien de cómo se respiraba antes de ti. Ya no eres el más grande. Ya no eres un terremoto. Sencillamente ya no eres.
Sólo sé que puedo. Porque tú no existes. Y te querría, pero me sale más rentable seguir. Y ver qué pasa. Nada de desesperarnos. Ni esperarnos. Yo a ti no te espero, que el reloj va a hacer que me pierda. Y perdida estoy mejor sin ti que contigo.
Me voy, me voy, me fui. Con tus "no, por favor". Con todo. Sin nada. Contigo. Sin ti. Vamos a frenar.
Y no me fui, qué remedio.