miércoles, 10 de abril de 2013

Con las ganas.

"No sé qué acabo sucediendo, sólo sentí dentro dardos."

La distancia nos ha matado, cuando estábamos tan cerca. A veces cuesta. La vida se rige por recompensas y contigo están tan lejos. Lo que duele es cuando estás cerca y de repente te alejas de mi vida con más miedo que nunca. Finjo que no me importa y me sabe a amargura. Soplo fuerte, no vaya a ser que me entre el frío, así expulso el aire y te causo terremotos. Y podrías haber hecho algo y yo podría no haber tenido miedo. Y nos ponemos caretas en nuestro día a día. Y las mentiras se enmarañan por mis tobillos, y creo raíces.  Justo entonces me tiembla el pulso y tengo miedo a dormir sola. Y me muerdo el labio hasta que sangre tanto como mi alma. Hiciste daño, te has ido sin decir adiós. Y no tengo derecho a negarme a ello.

Me siento en frente de tu casa, con el miedo, los dos. Y nos vamos corriendo. Y me sabe la boca a tu tierra y se me lían las palabras de Robe, se me lían con el tabaco. Saber que no somos nada, sólo personas que solían conocerse. No sé, ni sabré. El tiempo juega en mi contra.

"Finjo que no sé, que no he sabido, finjo, que no me gusta estar contigo."

Y finjo tan mal. Lo sé todo sobre ti. Tengo miedo a que no seas tú quien me lo enseñe. Y cojo la mano al vacío, a ver si así no me caigo en él. Miro la pantalla sin saber cómo hacerlo. Veo mi vida en pantallas. Y huyo lejos, para que no me pille el reloj como te ha atrapado a ti. Y de repente, me doy cuenta de que no era que yo acabase con esto. Es que nunca ha habido nada con lo que terminar. Y ha terminado sin acciones. Doliendo. Siendo sólo un recuerdo. Y te quiero tatuar mis besos. Pero al final se me tatuaron tus legañas.

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