Podría morir en tu sonrisa y ser feliz. Podría caerme en tus brazos. Podría vivir a base de tus labios eternamente. Creo que sólo con tus besos podría alimentarme. Necesito sentir cómo tus manos rozan mi espalda desnuda. Necesito tus palabras como el oxígeno. Y claro, quieras que no, me hundo, dejo de respirar.
Por lo que yo mato es por hacerte sonreír una vez al día. Por lo que yo mato es por despertarme al lado de esos ojos tuyos.
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