No surgieron besos, ni nos perdimos en excesos, ni pasamos largos ratos mirándonos. Pero eso somos nosotros, desesperación, bipolaridad, abrazos en la distancia. Somos una marea de sentimientos, que está baja y al segundo en lo más alto. Somos sueño y vida. Nos conocíamos antes de conocernos. Somos inocencia sesgada, control absoluto, sodomía y dominancia a partes iguales. Somos claros y tempestad
es en un cielo donde no hay grises. Somos locura, comprensión, sexo y amistad, bocas y besos no dados, deseo escondido. Somos fetichismo del otro, salud por sonrisas, somos palabras y sin palabras, silencios sordos. Somos vida, somos. Y lo somos en plural, porque lo tuyo y lo mío, sólo lo puede entender el otro.
*Cualquier parecido con nuestra realidad cambiante, es pura coincidencia.*
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