sábado, 6 de octubre de 2012

Quiero ser libre, como las olas del mar




Le dijeron que aquel tinte se iría con un lavado, pero su nuevo color de pelo siguió siendo el mismo durante varias semanas.

Entró en el bar en el que se escuchaba alguna vieja gloria del rock de los 80. Nunca quiso admitir que su vida se le escapaba al despedirse de él. Siguió la sombra negra de todos sus amigos. Comentaron algo sobre el heavy, y sonrió al espejo donde vio una chica menuda con el pelo rojo. Sonrió a la vida mientras poco a poco la suya se apagaba. Sus sueños se fundieron en la noche.

En 2010, Instituto de HellCity.

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