Le
dijeron que aquel tinte se iría con un lavado, pero su nuevo color
de pelo siguió siendo el mismo durante varias semanas.
Entró
en el bar en el que se escuchaba alguna vieja gloria del rock de los
80. Nunca quiso admitir que su vida se le escapaba al despedirse de
él. Siguió la sombra negra de todos sus amigos. Comentaron algo
sobre el heavy, y sonrió al espejo donde vio una chica menuda con
el pelo rojo. Sonrió a la vida mientras poco a poco la suya se
apagaba. Sus sueños se fundieron en la noche.
En 2010, Instituto de HellCity.
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